Entrevista exclusiva de ELCINEESCORTAR a Luis Silva sobre la conversación de Pánfilo con Barack Obama.
Barack Obama y su equipo de asesores en los medios de comunicación han dado una estocada de genialidad absoluta en su estrategia de confraternizar con el país que el Presidente norteamericano visitará mañana domingo, en un viaje impensable luego de décadas de desencuentro político entre la mayor potencia del mundo y una pequeña isla a solo 90 millas de sus costas.
Con un insólito «as» sacado de debajo de su manga, rompiendo todas las barreras del protocolo más esteril, o de la arenga vacía, la Casa Blanca ideó la posibilidad de una conversación telefónica «real» entre el Presidente de los Estados Unidos de América y Pánfilo, ese inteligente y empático personaje humorístico creado por el actor Luis Silva para el popular espacio semanal «Vivir del Cuento», y que ha devenido en la representación más genuina del cubano de a pie.
Viendo el video, publicado en las redes sociales y hasta por la Cadena de Noticias «Telesur» para Cuba, pensé que se trataba de una broma muy bien realizada por este humorista cubano, pero al continuar viéndolo me fui quedando cada vez más perplejo.
Siendo buen amigo de Luis Silva, y teniéndolo conectado al chat, mis primeras palabras fueron:
– «Oyeee, qué genialidad esa conversacion de Pánfilo con Obama. ¿Cómo hilvanaron eso, Luisito?».
Y su respuesta me descolocó por unos minutos:
– «No hubo que hilvanarlo. Fue real, a pedido de la Casa Blanca. Se grabó ayer viernes. Esto me ha emocionado muchoooo, Manolito».
Para rematar con un :
– «Todavía no me lo creo».
Le pregunto:
– «¿Fue un deseo de Obama o de sus asesores?»
– «Sí.»
Le pido que me cuente cómo lo lograron:
– «Nunca imaginé tener tres conversaciones telefónicas directas con la Casa Blanca en una semana. Yo les enviaba el guión y ellos lo revisaban. Nos llamábamos e intercambiábamos, traductora por medio, of course. Me explicaban que no pusiera tantos textos al Presidente. Que utilizara textos más sencillos, entre otras recomendaciones».
– Luisito, me imagino que ha sido el guión más corto, pero más emotivo y difícil de tu vida.
– «Muy difícil. Incluso, durante la grabación Obama se salió del guión».
– ¿Cómo es eso? ¿Qué hizo?
– «Cuando recibimos su grabación ayer en la tarde, vimos que el presidente agregó: ‘No me digas, ¿qué bolá?'»
– ¿Y…?
– «Como eso no estaba en mi guión ni en lo que yo había grabado, tuve que ponerle un ‘qué bolá’ en off durante la edición. Escúchalo en el video».
– El video está siendo ‘trending topic’ ahora mismo.
– «Hoy está revuelta Cuba con ese video. Nadie lo esperaba. Y lo teníamos en secreto hace como 10 días.»
– Creo, Luis, sin exagerar, que este video ha sido probablemente el acontecimiento más sonado para la televisión cubana en muchas décadas.
– «Eso me han dicho mucha gente. Que hemos revolucionando la TV Cubana. Si, definitivamente, un hito histórico, y también ha sido algo grande para el programa».
Le digo que no solo histórico, sino con seguridad insuperable, dada la magnitud del hecho y la personalidad que se brindó para hacer de contrafigura a su personaje. Un premio a su popularidad en Cuba y en Miami, ganada a base de mucho esfuerzo y talento.
Antes de despedirnos, me dice:
– «Y falta mas. El lunes va a tener un encuentro con todos los personajes del programa, cara a cara. Estoy muy feliz, y te agradezco que compartas esta conversación y la publiques en tu blog».
En EEUU, es común que los presidentes y los aspirantes a la presidencia vayan a los ‘reality shows’ más importantes de las cadenas nacionales para interactuar en sketch humorísticos con sus talentos más queridos y arraigados en la audiencia: el propio Barack Obama y su esposa Michelle, Hillary Clinton, Donald Trump, Bernie Sanders…
Allí actúan, son parodiados sin piedad, cantan, bailan, se disfrazan o caracterizan. Necesitan empatizar con quienes los han elegido, o con sus probables electores, y ganarse a quienes no son sus adeptos mostrando que pueden ser como ellos, que también rien, se divierten, tienen una familia y comparten valores con sus conciudadanos, es decir, que también son ‘gente normal y corriente’.
En Cuba, en sus intervenciones públicas, sus dirigentes muestran una solemnidad y una seriedad que llega a crear una barrera en las afinidades. Los materiales de propaganda política son aburridos y tienen a la gente agotada de la misma retórica y de ese culto divino al cuadro dirigente, sea municipal, provincial o nacional, que sabe todo lo que pasa y tiene la solución para todos los problemas, mientras los mismos persisten por años.
Obama se ha metido hoy a los cubanos de lleno en su bolsillo. Una lección muy gratificante de cómo llegar a la gente dejando fuera convenciones y protocolos preestablecidos, y de cómo hacer la más inteligente propaganda política haciendo un ‘tour de force’ inesperado: en este caso -y contra toda lógica ‘encuadrada’- por medio del humor, que inexorablemente forma parte raigal de la idiosincracia del cubano de todos los tiempos.
Felicidades a Luis Silva por su contribución al diálogo y la confraternización entre los dos pueblos, y también a su elenco, que a partir de ahora cuenta en su nómina de actores invitados nada más y nada menos que al propio Presidente de los Estados Unidos de América.
Director, editor y guionista cubano ganador en 2017 de un Emmy Award de la National Academy of Television Arts and Sciences (NATAS) en Estados Unidos, de la que ha recibido 5 nominaciones anteriores.
También ganador en la categoría Video del Gerald Loeb Award 2017, el galardón más alto y prestigioso en Estados Unidos al periodismo financiero y de negocios, ganador del Premio Coral Especial del Jurado en el Festival Internacional de Cine de La Habana de 1997 por su largometraje documental “El cine y la vida”, así como otros reconocimientos internacionales. Algunos de los filmes que ha editado han sido nominados a los Premios Goya en España, así como a los Premios Platino del Cine Ibeoramericano.
Actualmente reside en Miami y trabaja como editor para NBC Universal Hispanic Group.