ELCINEESCORTAR publica la Declaración de la Junta Directiva de la Muestra Joven en respuesta a la Nota de la Dirección del ICAIC sobre la negativa al uso de imagenes de archivo de su propiedad en el documental «Mike Porcel: sueños al pairo», así como la expulsión de Carla Valdés León, presidenta hasta ese momento del evento.
También se anuncia acuerdo con la Dirección del ICAIC para la celebración de una Asamblea abierta del gremio e instituciones de la cultura «que se sientan responsables del futuro del cine cubano, en un clima respetuoso que permita la libertad de criterios y de la que pueda emerger un proyecto verdaderamente viable».
Igualmente, se dan a conocer las obras cuyos realizadores han decidido retirar del evento, dentro y fuera de concurso.
«Descentralizando», este es el eslogan de la campaña que el Comité Organizador lanzaría en la edición 19ª de la Muestra Joven ICAIC. Retoma la gráfica y la fuerza de la Zafra de los 10 Millones, justo a 50 años de esa epopeya política y popular.
Queríamos hablar de proyectos colectivos, de grandes hazañas, de la adrenalina que mueve la reconstrucción constante, y también de la posibilidad del fracaso, de sus causas para no repetirlas, y de sus consecuencias para luchar contra ellas.
Pero, como en 1970, es mayor el deseo de la utopía que la oportunidad real de alcanzar una meta colosal. Y es tristemente irónico en nuestro caso, porque el espíritu que nos movía no comulgaba con la tentación de abolir el centro, cuando solo queríamos ensancharlo, multiplicarlo, convencidos de que solo una sociedad plural y memoriosa, abierta al libre debate de ideas, nos curará de excesos, rencores y peligrosos deslumbramientos.
Esta es una Muestra que se sabía incompleta sin la Gira Nacional y apostaba por ella tras el capítulo habanero; que invitaba a reflexionar sobre el audiovisual que se produce y piensa más allá de la capital; que veía al cine incompleto sin el aporte de las artes visuales y estrenaría la sección Cine Expandido.
Una Muestra que sería consagrada a la memoria de Tomás Piard, autor pionero del cine independiente en Cuba, que aun dentro de las instituciones no depuso sus obsesiones y criterios.
Tampoco queremos deponer los nuestros, a saber: que los filmes sean evaluados por profesionales competentes y que su fallo sea inapelable; que la curaduría del evento refleje el amplio panorama de la producción nacional, tendencias y puntos de vista; que el diálogo con los creadores que presentan sus obras, muchas veces perfectibles, se dé en el más absoluto respeto; que no se excluya ningún filme por discrepancias ideológicas.
Tras el acuerdo de un comité de selección integrado por siete miembros –Manuel Herrera, Víctor Alfonso, Miryorlys García, Sindy Rivery, Juan Carlos Calahorra, Carla Valdés León y Claudia González R.-, nos encontramos con una piedra de otro siglo, aparentemente inamovible.
El documental «Sueños al pairo», de los realizadores José Luis Aparicio Ferrera y Fernando Fraguela Fosado, fue censurado por la máxima dirección del ICAIC, hecho que consideramos grave y que afecta el trabajo de todo el equipo.
Somos testigos de que, reiteradamente -no solo ante nosotros sino ante el Comité de Selección-, la Presidencia del ICAIC antepuso a cualquier reparo legal su discrepancia política e ideológica con el punto de vista de los realizadores, lo que vetaba la participación de la obra en la Muestra y aun su derecho a existir.
En su Declaración, publicada en el portal Cubacine, la Institución alega su inconformidad con «el uso de estas (imágenes) en un sentido contextual que no compart(e)». Aunque evite emplear el penoso término, es evidente que está ejerciendo la censura, práctica en la que sigue incurriendo de manera impune a la vista de todos.
No apreciamos una disposición real de superar la crisis. Luego del veto a la exhibición del documental, el ICAIC, sin consultar a la Junta, hizo pública su decisión de posponer el evento; seguidamente separó de sus funciones institucionales a Carla Valdés León, elegida por el resto de los miembros de la Junta para la función de Directora de la Muestra.
En su más reciente Declaración, como vimos, intentó justificar la censura con argumentos legales; y acaba de nombrar al frente del evento a la Vicepresidenta del ICAIC, además de negarnos la posibilidad de administrar directamente nuestra página de Facebook.
¿Acaso el ICAIC pretende todavía ejercer el monopolio de la verdad?
Luego de la 17ª Muestra, la Junta había desarrollado un diálogo fluido con la Presidencia del Instituto, no exento de tensiones pero, en general, positivo. Reconocimos en la gestión de Ramón Samada el genuino deseo de restañar viejas heridas y evitar nuevas fracturas entre el gremio y la Institución.
Durante las últimas dos semanas no cesamos de advertirle sobre las consecuencias que su inflexible actuación podría tener para el evento y para el propio ICAIC. Sin embargo, todos nuestros argumentos fueron desestimados.
Estos vientos traen los ecos de las Palabras del Cardumen en 2018. Han cambiado muchas cosas desde entonces, para bien. Tenemos Registro de Creadores, Oficina de Atención a la Producción, Comisión Fílmica y, próximamente, el tan esperado Fondo de Fomento.
Pero sigue posponiéndose el debate de un tema fundamental que ensombrece tales conquistas del gremio: la libertad de creación, el derecho a expresar y mostrar como cineastas nuestra visión de Cuba y su pasado, muchas veces disonante pero legítima, sin que ello condene nuestras obras al ostracismo.
Como ya acordamos con la Presidencia del ICAIC, invitamos a la realización de una Asamblea amplia con participación del gremio e instituciones de la cultura que se sientan responsables del futuro del cine cubano. Una Asamblea en un clima respetuoso que permita la libertad de criterios, y de la que pueda emerger un proyecto verdaderamente viable.
La Muestra que conocimos hasta hoy fue un espacio sostenido por el ICAIC pero, sobre todo, por el compromiso, la capacidad y la constancia de un equipo consciente del valor de su trabajo como servicio al otro, sostén y enriquecimiento de una tradición. La Muestra Joven solo se mantendrá si sigue siendo fiel a su historia de dos décadas.
Nunca dudamos de su importancia, pero hoy se hace insostenible por poner en peligro su esencia: ser casa común de todos los jóvenes realizadores cubanos y de sus mejores películas.
Junta Directiva (Carla Valdés León, Juan Carlos Calahorra, José Luis Aparicio, Daniela Muñoz Barroso, Regis Guedes)
Equipo de la Muestra Joven ICAIC
EL CINEESCORTAR también publica la relación de obras que, según el sitio en Facebook de la Muestra, se han retirado del evento hasta el momento:
En Concurso:
FICCIÓN
- «El amor de las cucarachas» de Regis Guedes
- «Hapi Berdey Yusimi in Yur Dey» de Ana A. Alpízar
- «Si te ríes pierdes» de Edgardo Pérez y Leonardo Vargas
- «Sleepless» de Juan Pablo Daranas Molina
- «Última canción para Mayaan» de Lisandra López Fabé
- «Una tarde diferente» de Carolina Romillo Marín
DOCUMENTAL
- «35 permutaciones en tres actos y un epílogo» de Josué García Gómez y Marcos A. Yglesias Ravelo
- «Umbra» de Daniela Muñoz Barroso
- «Yeyo en la loma» de Josué García Gómez
BONUS
- «Cuaderno de apuntes» de Josué García Gómez (doc.)
- «John Cabanis. Spoon River» de Adonis Milán (fic.)
Fuera de Concurso:
- «Generación» de Carlos Lechuga y Marco Castillo (fic.)
- «Los puros» de Carla Valdés León (doc.)
- «Un peso cubano» Yimit Ramírez
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