NOTA ACLARATORIA:
El cineasta cubano – salvadoreño Jorge Dalton nos hace llegar el anuncio de la culminación de un largo período de investigación, filmación y montaje de su mas reciente filme documental. Testigo de este riguroso camino creativo, ELCINEESCORTAR congratula la buena nueva y desea un rotundo éxito al autor y a la obra, un homenaje merecidísimo a ese artista cubanísimo que se llama Lichi Diego.
En el día de hoy, con tremendo dolor en el alma pero con mucha satisfacción y alegría a la vez, hemos dado por concluida mi última película documental de largometraje de 93 minutos titulada “En un rincón del alma”, que tiene de protagonistas a Cuba y al destacado novelista, guionista y periodista cubano Eliseo Alberto Diego García Marrúz (Lichi).
Siento que con esta película mi hermano Lichi Diego seguirá vivo mucho tiempo más.Este trabajo lo he dedicado a mi padre Roque Dalton y a la nación cubana, a la patria que me vio crecer, a todos los cubanos vivan donde vivan y piensen lo que piensen.
Estoy muy agradecido con el equipo salvadoreño y cubano que me acompañó en construir estos 93 minutos que ya algunos catalogan de hermosos.
Será sin dudas una nueva película para la naciente cinematografía salvadoreña y una nueva película para Cuba. Es mi mejor regalo para esas dos patrias que tengo yo.
Será algo importante para todos los que hemos trabajado en ella y aspiro que lo sea también para los espectadores, que pueda abrir un debate sobre el pasado, presente y futuro de Cuba.
No ha sido fácil proponerse un trabajo a partir de la emoción y no de la pasión y como bien decía Lichi Diego:
“La razón dicta; la pasión ciega. Solo la emoción conmueve. Porque la emoción es a fin de cuentas, la única razón de la pasión”.
Quiero darle las gracias en especial a Edson Amaya, al joven editor y post productor salvadoreño, que ha tenido un rol fundamental en toda esta maravillosa aventura cinematográfica, a mi esposa Susy Caula que es la productora ejecutiva siendo ya el 2do documental que hemos producido juntos. A mi hermanita Hildita Barrio Matamoros en la producción, a Ginle Cubillas que fue mi asistente de cámara, a Sebastián Milo que igual hizo producción en Cuba.
No puedo estar más agradecido con la música que compuso el magnífico guitarrista salvadoreño Joel Barraza y muy feliz y agradecido también por el hermoso piano y las bellísimas piezas que nos cedió el gran músico y compositor cubano José María Vitier y además primo del inolvidable Lichi Diego.
Esta película hubiese sido imposible sin la Familia Diego García Marruz, sin Fefé Diego, sin Silvia Rodríguez Rivero, Marie Alvarodíaz, María del Carmen Alvarodíaz, mis sobrinos Ismaelito Diego, María José Diego, María Fernanda Mendoza Alvarodíaz o sin mi mamá Aída Cañas.
También Cuty Ragazzone, Juan Pin Vilar, Carlos Varela, María Julia Grillo y la EICTV en Cuba, sin el aporte del fotógrafo cubano Iván Cañas, el Dr. Luis Hernández Abreu en Miami, sin Pancho Céspedes en México, sin el cariño y el apoyo en El Salvador de Dagoberto Vega, Mauro Arévalos, David Pinto, sin Renán Pereira, Esteban Rodas, David Gallardo, Julio López, Andre Guttfreund y mi perrito Edú.
Por último Tere Cornejo, diseñadora gráfica salvadoreña quien diseñó este bello poster con la foto del cubano Ernesto Fernández.
El plan de exhibición internacional será a partir de 2016.
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