En el artículo anterior sobre la edición para televisión expusimos una verdad no por muchos suficientemente racionalizada y, por ende, insuficientemente estudiada: la generalidad de las interrelaciones en cine se establecen entre dos sujetos -o grupos de sujetos- de acción.
Hoy diremos otra verdad, aparentemente más arriesgada, pero no menos cierta: la mayoría de las interrelaciones en cine son filmadas por medio de las “tomas correspondientes-simétricas” y, básicamente, por medio del “criss-cross”.
Tomas correspondientes-simétricas son aquellas que se establecen sobre dos sujetos en interrelación1 , de tal manera que en ambas tomas la cámara mantiene igual distancia a los sujetos y el ángulo formado entre el eje de cámara y el eje de acción es simétrico.
Tomas correspondientes-simétricas: 1 y 2, 3 y 4
Veamos cómo vería un espectador en la pantalla algunas de estas posiciones de cámara, llamadas en la jerga cinematográfica “tomas en over shoulder o sobre los hombros” y “tomas en close up o primeros planos”:
Tomas 4-3 (en over-shoulder) correspondientes y simétricas
Tomas 2 y 1 (en close-up) correspondientes y simétricas
Existe otra forma de colocar la cámara y obtener un tipo muy especial de toma correspondiente-simétrica, como es el caso de las “tomas en point of view” o “tomas en punto de vista”.
Este tipo de toma es muy singular, porque es aquella en la que el eje de cámara está muy cercano al eje de acción y tal parece que los sujetos miran a cámara, pero realmente no lo hacen, porque la mirada está dirigida a izquierda o a derecha, según el caso.
Tomas en “point of view”
He aquí el resultado de esta puesta en cámara: la muchacha mira ligeramente a derecha de pantalla, que es donde se encuentra su interrelación; y el muchacho mira ligeramente a izquierda, donde se encuentra su interrelación.
Tomas “point of view”
Estos tres tipos de tomas correspondientes y simétricas –over shoulder, close up y point of view– son las que, por su efecto sobre las direcciones de miradas de los sujetos de acción dramática, se les denomina tomas en “criss-cross”.
Hagamos la siguiente pregunta: ¿Cuál es la consecuencia de establecer, para una interrelación cinematográfica, tomas correspondientes- simétricas?
Respuesta: Se percibe en pantalla la más sencilla, transparente y diáfana comunicación entre los sujetos en interacción, puesto que sus miradas “se cruzan” ante la vista del espectador.
Hagamos una pausa necesaria en estos momentos, para analizar este fenómeno de la puesta en cámara de dos sujetos en interrelación, no solo desde la teoría del montaje y de las leyes generales de posiciones de cámara, sino desde un punto de vista muy poco estudiado: las leyes de la recepción audiovisual.
Ni siquiera en las reconocidas escuelas de cine del mundo entero se enfoca la problemática de las consecuencias de una sintaxis de tomas correspondientes-simétricas, en aras de comprender el valor “clásico” y perdurable de la ortodoxia cinematográfica. Muchos creen que lo ortodoxo es sinónimo de viejo, estancado: nada más alejado de la realidad.
Las leyes del lenguaje cinematográfico se han convertido en clásicas porque han demostrado, a lo largo de más de cien años de praxis, que funcionan perfectamente en aras de lograr una perfecta comunicación con el espectador; pero, además, garantizan una perfecta continuidad geográfica y de acciones. Agrego algo nunca dicho: emulan con la forma en que el ser humano, que es el receptor natural del espectáculo audiovisual, vería la puesta en escena “si él fuera la cámara”.
¿Qué es el “criss-cross” en close-ups, sino la manera natural en que un ser humano, colocado en el centro de dos personas, vería esa interrelación girando la cabeza a uno u otro lado? Lo único que haría el montaje, en este caso, sería eliminar los “pannings” o barridos horizontales de la cabeza al girar de uno a otro personaje. Increíblemente, de la misma manera que nuestro cerebro elimina de nuestra percepción los parpadeos de los ojos, también borra esos giros de cabeza, y solo recordamos las posiciones fijas de nuestra mirada en un sujeto o en otro. Es así; y esa manera natural y lógica de “ver” la interrelación de dos sujetos es la que pretende imitar el “criss-cross” en close-ups.
Pero hay más.
He aquí unas vistas frontales de una sala de cine, con una gran pantalla al frente de los espectadores. En la misma vemos las imágenes de dos tomas cerradas y en “criss-cross” de los protagonistas de una escena 2, tal y como la verían separadamente los espectadores.
Luis Alberto García y Amaury Pérez en una pantalla de cine
En la sala, el público siente que la mirada de la Luis Alberto García sale de la pantalla formando un ángulo hacia la derecha (por cierto, el mismo que existe entre el eje de cámara y el eje de acción) y que la mirada de Amaury Pérez sale de la pantalla formando un ángulo a la izquierda. También recordemos que los ojos de ambos protagonistas están ubicados en el tercio superior horizontal de la imagen y en los tercios verticales izquierdo y derecho, respectivamente, según la composición por la ley de sección áurea.
Cuando ocurre el corte, o se hace efectiva la sintaxis de estas dos tomas, con composiciones simétricas y correspondientes, lo que siente el espectador es que las miradas de ambos sujetos se cruzan sobre la sala.
Ese “cruce virtual de miradas” es lo que da origen al término inglés “criss cross”, que literalmente es entrecruzamiento, solapamiento de líneas en el espacio.
Veámoslo mejor desde un punto de vista superior:
La zona sombreada en verde se le denomina en las asignaturas de comunicación “área o sección de interrelación”, y en dependencia de su tamaño y penetración en la sala, mayor o menor será la efectividad de la comunicación entre los dos sujetos que se comunican.
Finalmente, veamos otro tipo de toma correspondiente-simétrica, que es cuando la cámara se coloca sobre el propio eje de acción y por dentro del área de comunicación de los sujetos. En este caso, dichas tomas se denominan “subjetivas”, porque representan el punto de vista de un sujeto sobre el otro, es decir, “cómo lo vería”.
La cámara de la izquierda filma la subjetiva del muchacho de la derecha (cómo el hombre ve a la mujer), y la cámara de la derecha filma la subjetiva de la muchacha de la izquierda (cómo la mujer ve a al hombre).
Tomas en subjetiva
A este tipo de tomas correspondientes-simétricas, donde la visión que ofrece la cámara en una toma es opuesta por completo a la visión de la otra cámara, se le denomina en el argot fílmico “plano-contraplano” o “campo-contracampo”.
Existe otro tipo de tomas en plano-contraplano, que son aquellas que se utilizan comúnmente para filmar las caras de dos personajes que se abrazan, como ilustra la siguiente figura:
Plano-contraplano
La gran nombradía de este tipo de situación en pantalla radica en su originalidad: en ambas tomas la zona de cuadro para ambos protagonistas se mantiene en la misma área de pantalla o, lo que es lo mismo, el rostro frontal de ambos sujetos está siempre en el mismo lugar del recuadro.
Plano-contraplano de “Somebody to watch over me”, dirigida por Ridley Scott
Creo que resulta fácil darse cuenta de que no es lo mismo tomas en criss-cross, que tomas en plano-contraplano. Lo único en común que tienen es que ambas son formas particulares de las “tomas correspondientes-simétricas”.
Ojalá estos apuntes sirvan, de una vez, para despejar este error tan extendido y común en el argot profesional de quienes, aun trabajando para el cine y la televisión, no han estudiado la teoría que sustenta el oficio para el que han decidido vivir.
En nuestro próximo artículo ahondaremos un poco más en la necesaria simultaneidad de las tres condiciones enumeradas para un correcto montaje de una interrelación entre dos sujetos.
Continuará
- Las interrelaciones entre sujetos de acción pueden ser de dos tipos: reales (ambos sujetos se miran) o intencionales (alguno o ninguno de los sujetos se miran). Aunque no es objetivo de estos artículos indagar sobre la naturaleza específica de cada tipo de interrelación que se pueda establecer en una puesta en escena, pues eso requeriría de un curso extenso sobre teoría de montaje, es bueno llamar la atención sobre estos aspectos, porque de ello dependerá la singularidad de cada puesta en cámara y la simultaneidad de condiciones a cumplirse al filmar con “tomas correspondientes-simétricas”.
- Imágenes de “Con 2 que se quieran”, programa de entrevistas a personalidades del universo cultural cubano, producido por MINCULT, ICAIC, ICRT y ACDAM, conducido y dirigido por Amaury Pérez Vidal, fotografiado por Rafael Solís y editado por Manuel Iglesias.
Director, editor y guionista cubano ganador en 2017 de un Emmy Award de la National Academy of Television Arts and Sciences (NATAS) en Estados Unidos, de la que ha recibido 5 nominaciones anteriores.
También ganador en la categoría Video del Gerald Loeb Award 2017, el galardón más alto y prestigioso en Estados Unidos al periodismo financiero y de negocios, ganador del Premio Coral Especial del Jurado en el Festival Internacional de Cine de La Habana de 1997 por su largometraje documental “El cine y la vida”, así como otros reconocimientos internacionales. Algunos de los filmes que ha editado han sido nominados a los Premios Goya en España, así como a los Premios Platino del Cine Ibeoramericano.
Actualmente reside en Miami y trabaja como editor para NBC Universal Hispanic Group.